Sometimiento de la mujer actual
En esta sección daremos a conocer los
diferentes tipos de sometimientos que sufre la mujer actual, someter es humillar a una persona, subordinar el
juicio, decisión o afectos propios de la víctima.
Es muy larga la lista de las
discriminaciones que la mujer debió y aún debe soportar en distintos lugares
del mundo.
Es por eso que describiremos algunos de
ellos con el fin de concientizar a la
sociedad acerca de esta problemática.
Sometimiento económico-Laboral
La inserción de la mujer en el mercado
laboral lejos de ser un acto de liberación, estuvo condicionada por las
necesidades del sistema de explotación patronal. Precarización y
salarios bajos fueron algunas de sus consecuencias.
Son conocidas las injusticias laborales que
sufren las mujeres, obligadas a aceptar menor salario por igual tarea, a riesgo
de no encontrar o de perder su trabajo.
Otro tanto ocurre en el hogar, donde la mujer debe realizar un sinnúmero de tareas
que el hombre por lo general no comparte con ella, como las compras, la comida,
la limpieza y la atención de los hijos, las que se suman a las obligaciones
laborales. Por lo tanto, muchas mujeres
son pluriempleadas, ya que trabajan en su casa y en un empleo externo, lo que
supone obligaciones a tiempo completo que van en detrimento del descanso, el
esparcimiento o el disfrute de bienes culturales.
Los 3 sectores de explotación de la mujer inmigrante:
Las actividades laborales en las que las
mujeres inmigrantes son explotadas principalmente son las siguientes:
- Cuidadoras de enfermos y mayores: muchas familias tienen un enfermo o persona mayor en casa y cuentan con pocas ayudas. Por lo que pagan míseros sueldos y exigen muchas horas.
- Limpiadoras del hogar: con ambos cónyuges en una familia trabajando se suele necesitar una limpiadora del hogar. A veces estás no son pagadas justamente y tienen horarios excesivos.
- Prostitución: los anteriores son casos que se produces comúnmente, mientras que la explotación sexual de la mujer inmigrante es menos común. Pero también es la más delictiva y peligrosa forma de abuso de estas mujeres.
El sometimiento
económico no se toma mucho en cuenta, debido a su carácter subyacente, ya
que es consecuencia de otra discriminación hacia el sexo femenino (el
sometimiento laboral). En muchos casos, estas mujeres “económicamente
dependientes” soportan innumerables tortura psicológicas o físicas y
humillaciones tras la necesidad de mantener su relación con esa persona que la
provee de dinero, ya sea para gastos personales, para los hijos, el cuidado de
la casa, etc; es así que eso la “ata” al marido, al padre, al hermano, o algún
otro miembro masculino o femenino de su familia o círculo social más cercano.



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